El monstruo que habita en mí.

Con apariencia humana me desenvuelvo entre la gente, me la gano. Les hago creer que soy como ellos, que siento y padezco, que tengo emociones, sentimientos...que sueño, que tengo miedos.
Patéticos. Ingenuos. Lo único a lo que deberían temer, es a mí. Acecho entre sus sombras, entre la luz del día, entre las carcajadas, los llantos, estoy en todas partes y en todos ellos.
No pueden desprenderse de mí, soy su debilidad, su angustia, su pena, su pesadilla. Soy el pozo que habita en sus corazones, soy el odio y el rencor, la muerte disfrazada de envidia y avaricia, un mal día, una pasión desenfrenada que acaba con el eco...
La carga negativa que equilibra la balanza y que devora la felicidad a cada paso que da.
No es fácil verme,pero sí sentirme. La inseguridad que desquitas con el semejante, el egocentrismo y el egoísmo que desprendes a cada paso, soy todo aquello que escondes,pero que eres.
Aquello que nadie quiere.
Soy tú.


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