
La noche se presenta funesta, las calles están durmiendo, las chicharas cantan al unisono mientras las estrellas brillan con más fuerza. Aún el cielo está agrietado, aún quedan llantos en el viento y tú, fiel soldado, camarada para unos y héroe para otros, hoy verás tu sentencia. Miras la nada, absorto, incrédulo e incluso frustrado y dolorido.
La noche te envuelve, te abrasa, se funde entre tus dedos, deshaciendo cada comisura de tu cuerpo.
El propio dueño de tu historia quedó atrapado. No tienes final, tan solo principio. El pobre guerrero quedó olvidado, sin más que contar, esta es la historia del que supo luchar.
Comentarios
Publicar un comentario