Recuerdos.
Mantenía los ojos fijos en aquella nítida imagen, tan perfecta, tan armoniosa.Ese aire atravesaba cada poro de mi cuerpo.Yo anhelaba sus suspiros, él me regalaba el silbido en perfecta armonía con la cascada,entre los pájaros que revoloteaban. No es un sueño,decía, es todo real.Todo tuyo.Todo nuestro.La Tierra nos ofrece tesoros que nosotros nos empeñamos en destruir. Aquí yace uno junto a otro. Tus puestas de sol y mis lunas de plata. Seguía hablando de la belleza que había a nuestro alrededor, de que la naturaleza no era tan sólo un decorado,si no vida. Un complemento imprescindible, como la música. Alegran tacto,vista, oído e incluso gusto. Un todo en uno. Él, enamorado del instante me cautivó con sus palabras, convenciéndome de que dejara mis ataduras, que dejara los muros que me acosaban por las noches, el asfalto que rasgaba mis pisadas, la luz que martiriza mis ojos y las máquinas que esclavizan.
Yo sin más dilatación, me dejé llevar. Aún me pregunto por qué lo hice. Me pregunto y sé la respuesta, está encerrada en mi,bajo llave, a veces, hay cosas que es mejor no saber.
Está perdiendo color, su matiz está descolorido,llena de polvo. Capté el momento exacto en que dije que te quería. Posado en mis manos, rebusco en mi memoria si lo oíste. Si me creías o sabías que el amor muere con el tiempo, se apaga, pues la ilusión no vive para siempre. Pero todo eso ya no importa,caló en mi tu ímpetu, tu lucha y tu fuerza. Terminé aquello por lo que me hiciste creer que este mundo tiene un perdón, tiene algo más por lo que seguir hacia adelante. Espero que bajo este manto de yerbajos puedas oírme.
No sé quien murió realmente ese día,pero me siento desbordada, mis espesuras se condensan en el cristal de esa ventana. Por si el tiempo ya no me remata, las agujas del reloj se proclaman en huelga,se paran. Ya no hay cucú,ni campanadas a las doce.Hay silencio, música clandestina que llora, que acecha las baldosas que pisan mis anhelos.
Vivo muerta tus lunas de plata, sentada bajo este árbol te espero. Ven imagen distorsionada, mata esta agonía,deja en paz a mi esperanza, no la disuadas, mi fecha de caducidad está marcada.
Yo sin más dilatación, me dejé llevar. Aún me pregunto por qué lo hice. Me pregunto y sé la respuesta, está encerrada en mi,bajo llave, a veces, hay cosas que es mejor no saber.
Está perdiendo color, su matiz está descolorido,llena de polvo. Capté el momento exacto en que dije que te quería. Posado en mis manos, rebusco en mi memoria si lo oíste. Si me creías o sabías que el amor muere con el tiempo, se apaga, pues la ilusión no vive para siempre. Pero todo eso ya no importa,caló en mi tu ímpetu, tu lucha y tu fuerza. Terminé aquello por lo que me hiciste creer que este mundo tiene un perdón, tiene algo más por lo que seguir hacia adelante. Espero que bajo este manto de yerbajos puedas oírme.
No sé quien murió realmente ese día,pero me siento desbordada, mis espesuras se condensan en el cristal de esa ventana. Por si el tiempo ya no me remata, las agujas del reloj se proclaman en huelga,se paran. Ya no hay cucú,ni campanadas a las doce.Hay silencio, música clandestina que llora, que acecha las baldosas que pisan mis anhelos.
Vivo muerta tus lunas de plata, sentada bajo este árbol te espero. Ven imagen distorsionada, mata esta agonía,deja en paz a mi esperanza, no la disuadas, mi fecha de caducidad está marcada.
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