Cuando la miras


Cuando la miras, ves la profundidad del mundo ante tus pies, y el vértigo se asoma. Al respirar parece que vayas a inhalar todo el aire que queda, pero solo es una pequeña porción más, y te pausas, expiras con firmeza, y el pecho se queda vacío. Es un vacío que reconforta, que llena cada recoveco que hay en ti, te hace sentir ligera y volátil, capaz de que no puedas dejar de sonreir. Es como el helio; una droga más para la felicidad. Te atonta, te deja inerte y arraigada, te hace un todo con la vida.
Cuando la miras, no existe el tiempo, solo el fluir de la brisa, y crees que todo está bien, porque todo está en equilibrio; todo es simple a la vista.

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