Paradise.

Destrocemos todo a nuestro paso, no dejemos huella en este pequeño camino que apenas tiene salida, está tan oscuro que jamás veré la luz. Intentaré cruzar mil y una vez los océanos que inundan mi cabeza si es que algún día consigo escapar.
Las sombras a mi paso se van escondiendo, soy tan vulnerable a los ojos que me miran que fácilmente me pueden destrozar con una sola mirada, con cien mil balas de acero que atraviesan las finas paredes de mi soledad, algún día quedaré liberada.
Por ahora solo huyo y huyo tan lejos como es posible, buscando ese paraíso del cual los ángeles han venido a hablarme durante meses, como destellos en la noche llegaron a mi de repente, con una dulce brisa me han aconsejado en esta ruina.
¿Será tan hermoso como me dicen? Espero paz, tranquilidad, no quiero más, ser como el viento a ser posible. Poder pasearme entre tus labios sin que te des cuenta, al fin y al cabo todo radica en el fin de mi tormento, tú.
He vivido encerrada, atrapada, encadenada, en mi cabeza no hubo otra cosa que no fuera tu imagen y si conseguías verme tan sólo podrías verte a ti.
El miedo ha conseguido apoderarse de mi y la confusión es lo único que conozco, quiero despertar, vivir eternamente en el paraíso de la esperanza.