Ella.

Este silencio que recorre cada esquina de su alma le proporcionará la paz que tanto ansia, el dolor se verá amortizado por la esperanza de encontrar la luz entre las tinieblas. Su sonrisa se ha marchitado, se ha borrado por completo, no existe color que recupere su belleza. Vagando por las calles se encuentra sentada en la orilla de la carretera, esperando a que alguien pueda llevársela lejos, muy lejos...
Encontrar un lugar que la reanime con un soplo de aliento, haré levantar una muralla que la separa del mal, que consiga sacarle brillo y no se vea hundida entre la miseria.
Porque si de ella se trata, si su mundo se ha venido a bajo y es incapaz de coser los encajes que la moldean, yo meteré mis hilos, la alzaré al vuelo y la dejaré soñar, mientras la brisa del mar la rodea.