Es un ahora.
Necesidades absurdas que son incapaces de satisfacernos. Todo gira entorno al poder, ya no hay nada que hagamos por placer. Y a veces dudo, mi naturaleza humana es más simple de lo que yo me planteo a diario. ¿Serán ganas de complicarlo todo? ¿Será esa mi necesidad absurda?¿O ya no soy un humano?, soy otra más, otra pieza dominada, sometida, que respira cuando le indican, que puede pasar horas mirando el retrovisor en donde no hay nada. Que busca palabras que no existen porque fueron exterminadas. Y si ansio libertad es tan solo un espejismo. No hay. Me la arrebataron al nacer. Estoy al servicio de los demás, yo no estoy aquí para desear ni para complacer mi existencia. Soy algo puramente tangible, debería ser inerte, aunque a ojos de otros ya lo soy. Me confunden con un maniquí viviente, y no precisamente por mi porte,ni por mi hermosura.Sino por lo que soy. Una mujer.
No debería siquiera haberme planteado mis necesidades, ya que serán las de mi marido.
Al oírme decir esto, ¿no sentís que me he vuelto loca?¿ Que mi boca suelta barbaridades? Y siento que me hundo, veo el dolor en los ojos ajenos y lo siento propio. Quiero llorar y explotar en sus caras, ser un misil que los mate a todos. Suena cruel¿verdad? Pero la justicia está de vacaciones y los muñecos que habitan este mundo tienen que vivir libres. Tener derechos y opinión propia.
Si quemo la cera hay piel, tras esa pálida piel hay huesos, músculos,venas...hay un ser humano, no importa su raza,ni sus gustos, ni su sexo, no importa nada. Él se impregna de todo lo que toca, se llena de todo lo que ve y oye. Estamos creando un individuo. Estamos hablando de que el cordón umbilical de la sociedad se ha roto. Él quiere volar, Ella quiere tocar las estrellas. Sus propósitos, sus sueños, todo lo conseguirán algún día, cuando el telón de esta triste historia,baje.
No debería siquiera haberme planteado mis necesidades, ya que serán las de mi marido.
Si quemo la cera hay piel, tras esa pálida piel hay huesos, músculos,venas...hay un ser humano, no importa su raza,ni sus gustos, ni su sexo, no importa nada. Él se impregna de todo lo que toca, se llena de todo lo que ve y oye. Estamos creando un individuo. Estamos hablando de que el cordón umbilical de la sociedad se ha roto. Él quiere volar, Ella quiere tocar las estrellas. Sus propósitos, sus sueños, todo lo conseguirán algún día, cuando el telón de esta triste historia,baje.
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